No cabe duda de que la electrificación del transporte será muy beneficiosa para la sociedad y el medio ambiente, pero el reemplazo de una gran parte de nuestra flota de transporte por vehículos eléctricos tendrá enormes repercusiones en los sistemas eléctricos. Los más críticos han expresado su preocupación en torno a la cuestión de si las redes eléctricas actuales podrán soportar estos nuevos flujos de potencia. Por ejemplo, si muchas personas vuelven a casa del trabajo y cargan sus vehículos eléctricos de 5 a 8 de la tarde, la demanda de energía se disparará. Para responder a estas necesidades será necesario realizar una gran inversión en equipar las redes que transportan la electricidad y los medios para generarla, lo que también podría suponer un aumento en el precio de consumo. Si las infraestructuras de vehículos eléctricos siguen dependiendo de los puntos de carga tradicionales, que sencillamente generan energía a un flujo estándar hasta que el vehículo está cargado, los propietarios, las empresas con puntos de carga y los operadores podrían tener serios problemas.
La carga inteligente puede ser la solución a estos problemas, ya que gestiona la carga evitando que la red se sobrecargue o desestabilice. Asimismo, ofrece la posibilidad de la conexión de datos para que haya una “comunicación” entre el vehículo, la empresa energética y el operador de la carga y se optimice el proceso de carga. Por este motivo, la carga inteligente será fundamental para que la transición hacia el uso de vehículos eléctricos tenga éxito.
Equilibrar la red eléctrica con la carga inteligente será beneficioso para muchos: desde el usuario hasta el operador. Vamos a explorar cómo funciona la carga inteligente y sus beneficios para las partes interesadas en esta nueva era del transporte sostenible.
Características de la carga inteligente diseñadas para apoyar la red de suministro
La carga inteligente se apoya en tres pilares: Power Sharing, Power Boost y Dynamic Power Sharing. Estas funciones mejoran el rendimiento de la energía durante la carga para que la red eléctrica no se sature.
Power Sharing distribuye la capacidad energética disponible de manera proporcional por todas las estaciones de carga activas, de manera que el consumo de energía durante las horas de mayor demanda puede reducirse “transfiriéndolo” a momentos del día con menor demanda. Consulta el vídeo que se muestra a continuación para conocer cómo funciona:
Power Boost distribuye la carga de forma dinámica entre el cargador y el resto de los dispositivos del hogar. Cuando la capacidad se acerque a su máximo, Power Boost reducirá de manera automática la potencia que consume tu vehículo. Puede incluso parar la sesión de carga hasta que vuelva a haber suficiente potencia disponible para completarla. El gráfico que se muestra a continuación explica la diferencia entre Power Sharing (balanceo de carga) y Power Boost (nivelación de picos de voltaje).
Dynamic Power Sharing combina Power Boost y Power Sharing. Permite analizar y medir la demanda energética de un edificio considerando su capacidad máxima de energía, lo que posibilita la distribución de energía entre las estaciones de carga de una manera todavía más proporcional considerando la capacidad energética local y la tarifa seleccionada para el edificio (Power Sharing). Además, es posible detener la carga o reducir temporalmente el consumo de energía cuando sea necesario (Power Boost). De esta manera, los operadores pueden cubrir la demanda energética sin necesidad de aumentar la potencia general de la instalación. Además, nunca se supera la capacidad energética máxima, evitando así costes adicionales o cortes de luz.
Los beneficios de la carga inteligente para las partes interesadas en la transición hacia los vehículos eléctricos
Operadores de red: operaciones optimizadas y estables en una red equilibrada
Durante el proceso normal de carga, el vehículo se enchufa y consume toda la energía necesaria de la red de suministro. Sin embargo, la carga inteligente permite que los operadores de red optimicen el flujo de energía hacia los vehículos eléctricos, de forma que pueden regular el consumo de energía en función de la demanda energética. De esta manera, pueden ofrecer un servicio más fiable a sus clientes.
Los cargadores inteligentes “se comunican” con los vehículos enchufados, la compañía energética y el propietario del punto de carga a través de conexiones de datos como la nube. Esta conexión permite que los operadores de red eléctrica midan y gestionen el uso de energía y los niveles de potencia de forma remota y en tiempo real, utilizando la carga inteligente para desarrollar sistemas de energía dinámicos que resistan las enormes demandas energéticas en el futuro de la carga de vehículos eléctricos. Esto permite que los operadores de red estén preparados para el futuro y ofrezcan el mejor servicio a sus clientes, evitando los cortes de luz y proporcionando la energía necesaria, independientemente de que haya picos de demanda inesperados.
La carga inteligente permite equilibrar la red, por lo que no será necesario gastar miles de millones en mejorar las redes. Así, los operadores podrán optimizar las infraestructuras de carga para que sean más eficaces, prácticas y económicas para todas las partes interesadas.
Empresas: mayor control, comodidad y ahorro
La gestión del tipo de tarifa para las empresas con puntos de carga será fundamental para beneficiarse de la transición hacia los vehículos eléctricos. Es el momento de implementar las mejoras de la carga inteligente necesarias mientras el uso de los vehículos eléctricos se dispara en los próximos años.
En primer lugar, la carga inteligente permite que las empresas con puntos de carga limiten el consumo de energía, garantizando que no se supere la capacidad energética máxima de un edificio y evitando unos costes altos de demanda durante el proceso.
En segundo lugar, los puntos de carga inteligente pueden conectarse a una aplicación de móvil o plataforma online, lo que permite a las empresas supervisar y gestionar la carga de forma remota y en tiempo real. Si los empresarios quieren ofrecer puntos de carga públicos, estos datos son fundamentales a la hora de optimizar el precio, la disponibilidad y la potencia de carga para los clientes externos.
Por último, instalar estaciones de carga en empresas puede aportar unos beneficios económicos que aumenten el valor del edificio a largo plazo. Una estación de carga puede incrementar el tráfico hacia una zona comercial determinada y generar una nueva fuente de ingresos gracias al almacenamiento de energía. Es evidente que los ingresos dependerán de la estructura de precios que pueda ofrecer la empresa, pero es posible maximizar los beneficios económicos de tener una estación de carga en la oficina si se ofrece una carga optimizada en horas de baja demanda a clientes externos y se almacena energía para venderla a los operadores del sistema eléctrico.
Propietarios de vehículos eléctricos: una carga más sencilla, segura, sostenible y económica
El cargador inteligente se ajusta a los límites de energía establecidos por el operador eléctrico. Este límite puede ser, por ejemplo, la capacidad energética máxima de una vivienda o un presupuesto establecido por el propietario del vehículo eléctrico. De esta manera, los propietarios tienen la certeza de que el vehículo no consumirá más energía de la necesaria y pueden controlar el uso de la energía de forma remota.
Además, los dispositivos de carga inteligente garantizan una carga segura de los vehículos eléctricos, ya que evalúan de manera automática la conexión entre el vehículo y el dispositivo antes de iniciar la carga. Por otra parte, dado que la carga se puede supervisar y controlar de forma remota, el sistema de carga del operador notificará si sucede alguna actividad inusual, de forma que se podrá resolver cualquier problema sin necesidad de que el propietario participe.
Por último, la carga inteligente ofrece una carga mucho más económica y respetuosa con el medio ambiente para aquellos propietarios preocupados por su huella de carbono. Además, los conductores de vehículos eléctricos pueden participar en los programas de respuesta a la demanda que suelen ofrecer las empresas distribuidoras de energía, beneficiándose de unas tarifas reducidas a cambio de aceptar que la carga se efectúe con una energía menor o en determinadas horas para equilibrar el uso de la red eléctrica.
Asimismo, dado que cada vez se fomenta más el uso de fuentes de energía renovables, es posible que algunos propietarios cuenten con paneles solares en sus viviendas, por lo que la producción de energía puede variar en función del día o la estación del año. Las opciones de respuesta a la demanda (como Power Sharing y Power Boost) permiten a los usuarios ajustar la carga en función de la disponibilidad de energía renovable, reduciendo la dependencia en centrales eléctricas de respaldo que apoyan a la red durante los picos de demanda y producen una gran contaminación. Además, los vehículos eléctricos pueden actuar como dispositivos de almacenamiento cuando haya un superávit de energía como, por ejemplo, cuando se genere un exceso de energía durante el verano, facilitando la transición hacia una energía limpia y reduciendo los costes.
Por otro lado, cuando los cargadores bidireccionales sean la norma, es posible que las compañías energéticas también ofrezcan incentivos a los conductores de vehículos eléctricos para que utilicen las baterías como reservas de energía temporales, dado que este tipo de cargadores permite que la electricidad almacenada fluya desde y hacia la batería del vehículo eléctrico. En ocasiones, este proceso se conoce como V2G (vehículo a la red) o V2H (vehículo al hogar). Gracias a esta tecnología, los propietarios de vehículos eléctricos pueden obtener una fuente de ingresos adicional vendiendo energía a la red de suministro. Este tipo de programas ya son una realidad, como el acuerdo entre Nissan Leaf y Ovo Energy. Asimismo, según un estudio realizado por MDPI (disponible en inglés), los propietarios de vehículos eléctricos podrían ingresar hasta 400 euros al año mediante el V2G y alrededor de 3700 euros durante la vida útil del vehículo.
Prepárate para el futuro limpio y sostenible de la carga inteligente
Dado que nuestro planeta contará cada vez con más vehículos eléctricos, es hora de centrarse en el proceso de carga. Este análisis debe considerarse como una oportunidad para optimizar y digitalizar la forma de distribuir, utilizar, generar y almacenar la energía en el futuro, Para ello, será necesaria una transformación basada en la carga inteligente que, combinada con la carga bidireccional, ayudará a prevenir cortes de luz, mejorar la eficiencia energética, ahorrar costes y facilitar la transición hacia un sistema de energía más sostenible. Estos beneficios serán una realidad para todas las partes interesadas, desde los usuarios hasta las empresas, operadores o compañías eléctricas y, por supuesto, para nuestro preciado planeta.