Se habla mucho sobre los motivos por los que los coches eléctricos son mejores para el medio ambiente que los vehículos de gasolina y diésel, pero también existe bastante alarmismo sobre cómo los vehículos eléctricos no son tan ecológicos a fin de cuentas. En este artículo analizaremos el impacto de los vehículos eléctricos (VE) sobre las redes, la carga de fuentes de energía no renovables y la fabricación de las baterías de los VE. A medida que vayas leyendo, verás que, a pesar de que hay algunos aspectos del ciclo de vida de un VE que todavía no son tan «limpios» como deberían o podrían ser, todavía son la opción de vehículo más respetuosa con el medio ambiente en el mercado, y esto irá mejorando con el tiempo.
El aumento de demanda sobre las redes
Tal y como escribimos hace poco, según el informe sobre las perspectivas mundiales relativas a los VE Global EV Outlook 2020, las ventas de coches eléctricos alcanzaron los 2,1 millones de unidades en todo el mundo en 2019 y, al final de ese año, había unos 7,3 millones de cargadores en todo el mundo. A medida que crezcan las ventas de VE y aumenten con ello las necesidades de carga, las distintas redes eléctricas de Europa interconectadas registrarán un aumento de la demanda de energía. Sin embargo, las redes europeas lidiarán con este aumento sin precedentes gracias al desarrollo de la carga de VE. En muchos sentidos, la innovación en la carga está madurando con más celeridad que los propios VE.
Innovación en carga inteligenteLos cargadores inteligentes con eficiencia energética de vehículo a red (V2G) pueden cargar en horas de baja demanda y reducir así simultáneamente la factura del propietario del VE y la demanda sobre la red. También está cobrando impulso la innovación de la tecnología de carga de vehículo a hogar (V2H), en la que el VE se convierte en una minicentral eléctrica sobre ruedas. Los cargadores bidireccionales son los nuevos actores en el mercado. Al igual que nuestro propio Quasar (el más ligero y pequeño del mundo de este tipo), estos incorporan tanto opciones V2G como V2H para los consumidores. De esta manera, los conductores pueden cargar y descargar su vehículo eléctrico, lo cual significa que puedes utilizar la batería del coche para cargar el hogar o la red. Tu VE puede incluso funcionar como fuente de energía de reserva para emergencias en tu hogar.
Sostenibilidad y circularidad
Innovaciones en la carga como esta facilitan que los consumidores utilicen la energía natural de la forma más eficiente posible y generan así una mayor autosostenibilidad y circularidad. Esto está modificando la forma en que utilizamos, almacenamos y gestionamos la energía para reforzar las redes y el suministro eléctrico, de forma que puedan aguantar. Además, es importante no perder de vista el hecho de que los vehículos eléctricos reducirán progresivamente cada año las emisiones de C02, a medida que las redes de Europa se basen cada vez más en energías renovables.
Cargar con energía no renovable
Tal y como reza el mantra, un vehículo eléctrico únicamente puede ser tan limpio como la energía que lo mantiene en movimiento. Y, hasta que los VE no funcionen totalmente con energía renovable, siempre surgirán críticas de que la carga que emplea electricidad generada mediante la combustión de combustibles fósiles invalida los beneficios limpios de los coches eléctricos. Con todo, existen distintos estudios que demuestran que los VE cargados a través de centrales eléctricas de carbón todavía producen menos emisiones en general que los vehículos de combustión interna (ICE). De hecho, la Federación Europea de Transporte y Medio ambiente (T&E) ha revelado que los coches eléctricos en Europa emiten, de media, casi tres veces menos C02 que los coches de gasolina o diésel equivalentes.
Punto de inflexión energético
«Un vehículo eléctrico con una batería producida en China y conducido en Polonia todavía emite un 22 % menos C02 que uno diésel y un 28 % menos que uno de gasolina. Y, en el mejor de los casos, un vehículo eléctrico con una batería fabricada en Suecia y conducido en Suecia puede emitir un 80 % menos C02 que uno diésel y un 81 % menos que uno de gasolina»
Federación Europea de Transporte y Medio ambiente (T&E)
Dicha Federación hace previsiones de escenarios sobre el mejor y peor de los casos. Estos expertos en transporte sostenible también revelan que el 93 % de la población de la UE puede optar por utilizar electricidad 100 % renovable para cargar sus VE. Y, dado que la producción de energía europea está llegando a un importante punto de inflexión ―ya que muchos países registran una disminución acelerada del uso de combustibles fósiles―, parece que conseguir un mundo en el que ningún VE deba cargarse con electricidad procedente de redes dependientes del carbón está muy cerca.
La planta de producción
Puede que este sea el aspecto más polémico a la hora de determinar si los VE son verdaderamente ecológicos. Hasta la mitad de la huella de carbono de la vida útil de un vehículo proviene de su fabricación; por lo tanto, hasta los modelos eléctricos pueden ser contaminantes, incluso antes de llegar a la carretera. Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) señala que las emisiones provenientes de la fabricación de coches con baterías eléctricas son generalmente más elevadas que las de la producción de vehículos de combustión interna. Luego está el suministro ―y las cadenas de suministro― de los materiales utilizados para fabricar las baterías, como el cobalto, el níquel y el litio, que a menudo se encuentran en países con gobiernos frágiles y su extracción puede estar instrínsecamente vinculada a conflictos y abusos de derechos humanos.
La ética y el medio ambiente
Está claro que el aprovisionamiento de componentes alternativos para la producción de VE debe ser una cuestión prioritaria para los fabricantes. Tesla, por ejemplo, anunció recientemente que eliminaba el cobalto (extraído en la RDC) de los cátodos de sus baterías para VE. Nosotros respaldamos a cualquier fabricante de automóviles que haga todo lo que esté en su mano para que sus VE sean lo más éticos y responsables para el medio ambiente que se pueda, en cuanto los progresos tecnológicos se lo permiten. Al igual que la certificación de comercio justo o B Corp puede que, en el mundo automovilístico, en los próximos años, también se anime a los VE a llevar ―y estos se enorgullezcan de ello― un sello de aprobación en materia de sostenibilidad.
Los VE van a ser más ecológicos
¿Son los coches eléctricos mejores para el medio ambiente? Es evidente que los VE todavía no son el producto final perfecto y el progreso requiere tiempo. Sin embargo, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, desde la planta de producción hasta la carretera, pueden reducir mucho las emisiones globales de C02 en comparación con los coches de gasolina o diésel. La tecnología de los VE, como la carga inteligente innovadora, ya avanza a toda marcha y, a medida que las formas de producirlos y alimentarlos sigan reduciendo su impacto medioambiental, los VE van a ser más ecológicos. Si a menudo te preguntas: «¿Cómo puedo contribuir a combatir el cambio climático?», invertir en un vehículo eléctrico es un buen comienzo.