¿Pueden seguir creciendo los vehículos eléctricos en una economía ralentizada?

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Durante la pandemia del COVID-19, están saliendo a la luz varios informes contradictorios sobre el futuro de los vehículos eléctricos: algunos predicen un crecimiento anual del 38 %, mientras que otros estiman una caída del 43 % (EN). En este artículo revisaremos los hechos y compartiremos nuestra predicción para los vehículos eléctricos.

Los vehículos eléctricos estaban creciendo a un ritmo rápido antes de la crisis del COVID-19

Para comprender el futuro que nos espera, es fundamental analizar la evolución de la industria de los vehículos eléctricos hasta que estalló la epidemia del coronavirus. Durante los últimos años, los conductores han optado cada vez más por los vehículos eléctricos. Como señala un informe de McKinsey (EN), el número de usuarios aumentó un 60 % cada año durante la última década. Los principales motivos de esta transición son los motores silenciosos, el impacto positivo en el medio ambiente y el ahorro de combustible. Este crecimiento es un logro importante si se tiene en cuenta que las ventas de vehículos han ido cayendo en los dos últimos años. Además, hasta un informe de BCG (EN) publicado a principios de año predijo que las ventas de vehículos eléctricos superarían a las de motores de combustión interna en el año 2030. Es evidente que la venta de vehículos eléctricos estaba al alza antes de la pandemia. Sin embargo, ¿cómo afecta el confinamiento global que vivimos en la actualidad a esta tendencia?

La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto muy negativo en la industria del automóvil

La pandemia actual del COVID-19 ha ralentizado la economía mundial, y el sector del automóvil ha sido una excepción. El confinamiento ha provocado que el proceso de producción se haya parado en muchos de los países donde operan los fabricantes más importantes del mundo. El primer trimestre del año sufrió una fuerte caída en matriculaciones, las ventas se hundieron y hubo una demanda mucho menor en todo el planeta. En determinados países europeos como Italia (IT) o el Reino Unido (EN), la ventas llegaron a caer hasta un 95-97 %. Fuera de Europa, países como Estados Unidos (EN) y China (EN) también han sufrido enormes caídas en las ventas de vehículos. Dado que la industria del automóvil se ha visto tan afectada, se han publicado varios informes cuestionando si los vehículos eléctricos pueden hacer frente a esta situación global en el sector.

Por qué algunos analistas predicen una caída en las ventas de los vehículos eléctricos

La actual pandemia ha resultado en una economía extremadamente volátil. Los beneficios de los negocios se han hundido de la noche a la mañana, lo que ha provocado reducciones de salarios, ERTE y despidos. Es normal pensar que muchas personas tendrán menos disposición a adaptarse a la nueva tecnología durante este tiempo y retrasarán las inversiones que no consideren esenciales hasta que se estabilice la situación. Además, es probable que los consumidores prefieran adquirir opciones más económicas cuando sea posible. Por otro lado, los vehículos de combustión son más económicos de conducir por la enorme caída en los precios del petróleo, lo que complica el argumento de que los vehículos eléctricos permiten ahorrar en combustible. Por último, aunque los precios de los vehículos eléctricos se han reducido con rapidez en los últimos años, es posible que no sigan cayendo tan rápido como se estimó, ya que los precios de las baterías de los vehículos eléctricos van a reducirse a un ritmo más lento (EN). Sin embargo, los vehículos eléctricos, a pesar de todas las dudas sobre su futuro, han sabido resistir en los últimos meses haciendo frente a una pandemia.

Los vehículos eléctricos resisten a la caída del sector del automóvil

comparativa de ventas de vehículos en general frente a VE

En Italia, los datos publicados por la Unión Nacional de Representantes de Vehículos Extranjeros (IT) demuestran que la matriculación de vehículos diésel y de gasolina cayó en un 97,5 % en abril, mientras que en el caso de los vehículos eléctricos de batería la caída solo fue de un 58,1 %. Por su parte, la Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania (DE) ha revelado que la matriculación de vehículos disminuyó un 38 % en marzo, mientras que en el caso de los vehículos eléctricos aumentó un 56 % y en el de los híbridos un 208 %. Los datos de EV-Volumes (EN) muestran que esta tendencia se cumple en la mayoría de los países de todo el mundo. Por este motivo, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos ha aumentado considerablemente (EN).

Los vehículos eléctricos, además de mostrar una gran solidez durante este periodo, están dando señales de recuperación. Por ejemplo, tras el confinamiento en China, los fabricantes de vehículos más importantes han confirmado los mismos niveles de visitas de clientes a sus concesionarios (EN) en marzo que durante el mismo mes el año pasado. El fabricante BYD incluso registró una subida del 337,25 % en las ventas de marzo (EN) en sus modelos eléctricos e híbridos. A nivel general, el interés en la movilidad sostenible se ha mantenido e incluso podríamos decir que ha aumentado durante esta pandemia mundial sin precedentes.

Un mayor número de mercados más respetuosos con el medio ambiente impulsará a los vehículos eléctricos

El confinamiento ha forzado a millones de personas a quedarse en casa, por lo que estamos siendo testigos de un mundo más verde. De esta manera, es posible que los políticos, líderes empresariales y consumidores tengan más en cuenta los factores ESG (ambiental, social y de gobierno) a la hora de tomar decisiones, tal y como explica un artículo del Wall Street Journal (EN). De hecho, esto ya es una realidad si tenemos en cuenta las siguientes medidas que están adoptando gobiernos, industrias y consumidores de todo el mundo.

Una mirada a los retos del presente. ¿Qué podemos esperar?

Los gobiernos vanguardistas están introduciendo acuerdos de recuperación sostenibles

infographic showing global annual co2 emission

Ahora más que nunca, los responsables políticos están dando prioridad a la legislación sostenible. 

Europa. La Unión Europea no ha dado señales de querer retrasar la normativa de emisiones CO2 de 95 g de 2020/2021 para los vehículos de pasajeros y sigue con lo planeado para cumplir con el objetivo de neutralidad climática de 2050. De hecho, Alemania y Francia anunciaron hace unos meses un plan de recuperación ecológico de 500 000 millones de euros para acelerar el cambio de la UE hacia una economía de bajas emisiones de carbono. El gobierno y el sector del automóvil de Alemania han lanzado una iniciativa llamada “dinero por chatarra” para impulsar la demanda de vehículos sostenibles ofreciendo dinero a los ciudadanos por sus vehículos antiguos muy contaminantes. Asimismo, el Banco Europeo de Inversiones ha duplicado su compromiso en la industria europea de baterías de vehículos eléctricos para impulsar esta recuperación ecológica con una financiación de más de 1000 millones de euros (EN) en 2020. 

China. El país, que cuenta con el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo, ha anunciado que los vehículos eléctricos serán su mayor prioridad en los planes de estímulo tras la pandemia del coronavirus (EN) y planea aumentar las ayudas y los beneficios fiscales en los próximos dos años. China también se ha comprometido a invertir en la infraestructura de carga para contrarrestar las pérdidas originadas durante esta crisis. Según CleanTechnica (EN), el país invertirá más de 1500 millones de dólares en la instalación de 200 000 cargadores de vehículos eléctricos para finales de año, destinando 20 000 de ellos a un uso público.

Estados Unidos. En EE. UU., los demócratas han propuesto el Green New Deal (EN), un plan de recuperación económica que persigue “alimentar todo el transporte público y generar la electricidad mediante fuentes de energía renovables para el año 2030” (EN). Aunque ha sido un plan muy criticado por los republicanos, Joe Biden, el candidato demócrata para las elecciones 2020, es un gran defensor del acuerdo y actualmente se mantiene a la cabeza en las encuestas de las elecciones. El gobierno federal no se ha centrado en los objetivos de sostenibilidad del país, pero los estados sí se han involucrado. California y otros 14 estados, que representan más de un tercio del sector del automóvil en EE. UU. han denunciado al gobierno federal para que cumpla con los estándares de emisión acordados, lo que demuestra que hay un gran parte del país preocupada por una sostenibilidad que impulsaría el mercado de los vehículos eléctricos. De esta manera, las elecciones de noviembre podrían representar un cambio drástico en uno de los mercados automovilísticos más grandes del mundo. 

Estos son solo algunos de los ejemplos de todas las medidas que han impulsado los líderes políticos y que pueden sentar la bases para el auge comercial de los vehículos eléctricos tras la pandemia.

La industria está dando prioridad a la inversión en productos más sostenibles

Los fabricantes de vehículos ya habían prometido una inversión de 2500 millones de dólares para la electrificación de nuevos modelos (EN) antes de la pandemia y, según la Agencia Internacional de la Energía (EN), “se espera que haya disponibles más de 100 modelos eléctricos nuevos en el año 2020”. Durante esta crisis, hay empresas que, además de cumplir con lo prometido, están dando prioridad a los vehículos eléctricos en cuanto a la producción, ventas e inversión. Volkswagen, por ejemplo, se ha centrado en reiniciar la actividad de producción de vehículos eléctricos (EN) abriendo su fábrica en Zwickau, donde se produce el ID.3, una semana antes que el resto de las fábricas. Renault ha paralizado las ventas de vehículos de combustión interna en China para centrarse en la producción de vehículos eléctricos (EN). En Asia, una sociedad conjunta ha lanzado una nueva marca low-cost de vehículos eléctricos (EN) en mitad de la pandemia. Además, hay otros actores del mercado que están apostando por la tecnología de los vehículos eléctricos, como es el caso de las dos compañías eléctricas más importantes de China, que han destinado 3630 millones de dólares para construir más de 450 000 estaciones de carga (EN). Todos estos ejemplos demuestran que la inversión de la industria está evolucionando hacia productos más sostenibles.

Los consumidores están cambiando sus preferencias hacia vehículos eléctricos

Los consumidores también piden programas de movilidad eléctrica (EN) y medios de transporte respetuosos con el medio ambiente que sean más eficientes y económicos y mejoren la salud de la población y el clima del planeta. Esta tendencia puede ser el resultado de haber disfrutado de unos cielos más limpios tras semanas sin vehículos de combustión con combustibles fósiles, lo que propició que los consumidores optaran por medios de transporte sostenibles (EN). Según un estudio del consumidor de Accenture (EN), el COVID-19 ha modificado los hábitos de consumo y más del 50 % de los encuestados respondió que optarán por opciones más sostenibles una vez que termine la pandemia. La conexión entre el confinamiento y la mejora en la calidad del aire ha impulsado la conciencia ecológica del consumidor, lo que es una gran noticia tanto para el mercado de vehículos eléctricos como para el medio ambiente. 

A pesar del COVID-19, el futuro de los vehículos eléctricos es esperanzador

Los vehículos eléctricos han superado con creces a los de combustión interna durante la pandemia, con un aumento de ventas en una serie de mercados, marcas y modelos. Además, podemos ver que los gobiernos, empresas y consumidores cada vez tienen una mayor conciencia ecológica y comprenden la necesidad de unos medios de transporte más sostenibles. Es posible que el COVID-19 y el confinamiento hayan despertado a la sociedad para que aproveche la oportunidad de usar planes de recuperación que hagan frente a la siguiente emergencia mundial que asoma en el horizonte: el calentamiento global. Dado que los vehículos eléctricos nos ayudan a hacer frente a este problema, es evidente que la demanda no dejará de aumentar. De esta manera, todo parece indicar que el COVID-19 servirá para acelerar el auge de los vehículos eléctricos a largo plazo.